lunes, 25 de agosto de 2014

¿Cómo identificar a un gobierno?

En la actualidad las ideologías se desdibujan y pierdan significado. Después de la caída del Muro de Berlín y de la desaparición del “Socialismo real”, el conflicto mundial bipolar capitalismo-socialismo dio paso a la existencia de una realidad unipolar y a un aparente predominio de la visión liberal o “neo” liberal. A nivel global el llamado “Fin de la historia” no se concretó y nuevas y complejas realidades afectan hoy la paz y la estabilidad.
En lo político, hoy los partidos han dejado de ser referentes con un contenido ideológico, corriéndose todos al “centro” –lo cual no necesariamente ha sido malo- pero generando un mimetismo pragmático en donde todos se parecen y ninguno se distingue suficientemente de los demás.
Así, cada vez es más difícil reconocer a una fuerza política entre las demás y cada vez la sociedad lo exige menos. Más que un fundamento ideológico, se exige eficiencia y capacidad. Sin embargo, desgraciadamente, la acción política pierde sentido de responsabilidad, continuidad y se afecta la estabilidad democrática. Los riesgos de regresión autoritaria crecen ante la debilidad institucional y programática de los partidos. Cuando no tenemos partidos políticos serios, permanentes, distintos y distinguibles ¿quién se hace responsable de un mal gobierno? ¿quién cobra las utilidades electorales de uno exitoso? ¿quién permanentemente da la cara al ciudadano, más allá de gobiernos que vienen o van?
Los partidos políticos, a pesar de su desprestigio, de su aparente falta de vitalidad, de su realidad, siguen siendo requisito indispensable para la existencia de la democracia como la conocemos. Y la democracia, con sus limitaciones e imperfecciones, sigue siendo el mejor sistema político y de convivencia, hasta el momento.
Entonces, sigue siendo importante que los partidos políticos se distingan entre sí. Por su oferta, por sus usos y costumbres, por sus tradiciones, por su historia, por sus campañas, candidatos y discursos, por su forma de gobernar, por su proyecto social, político, económico, cultural, por su bagaje cultural y filosófico que los fundamenta, por todo ello, los partidos son diferentes y es bueno y deseable que sean así.
Probablemente donde deben distinguirse más es en el ejercicio del poder. Son partidos en la búsqueda del poder. Pero es en el poder en donde esas agrupaciones de ciudadanos –así como los propios seres humanos que las conforman- demuestran quiénes son en realidad.
Si en campaña, en la búsqueda del favor y del voto ciudadano, se pueden parecer y de hecho, se parecen, es en el gobierno, en la administración pública, en el desempeño legislativo, donde nos muestran quiénes son, qué desean, qué los mueve,  hacia a dónde van. Si la política es la actividad más plenamente humana, el ejercicio del poder desnuda a todos sin excepción. Muestra las más excelsas virtudes y las más grandes bajezas.
Por ello, si queremos identificar a un partido, tenemos que analizarlo en el ejercicio del poder. Así conoceremos su auténtica naturaleza, su esencia.
Pero en sentido contrario también. Es importante poder identificar en un gobierno su cercanía o pertenencia a una fuerza política determinada. ¿Qué es lo que hace que un determinado gobierno se identifique con un partido en específico? ¿Qué lo hace ser de tal o de cual otro? ¿Por qué decimos que una administración en particular es de este color y no del otro?
Les propongo algunas vías para poder identificar a un gobierno con un partido político determinado:


Podremos ir analizando cada una de ellas próximamente.
Regidor del H. Ayuntamiento de Puebla
@juancespina
juan.espina@publacapital.gob.mx

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