miércoles, 31 de octubre de 2012

Los Proyectos Personales

En todo partido político hay proyectos personales. En todo partido debe haber proyectos personales. Es sano y es natural. Estamos hablando de instituciones cuyo fin es la búsqueda del poder. Los ciudadanos con aspiraciones políticas se reúnen, se organizan y compiten entre sí en los partidos. En Acción Nacional buscamos se haga todo por la vía democrática.

Así que es común que al acercarse una contienda electoral, al interior de los partidos en general y del PAN en lo particular, se generen proyectos personales alrededor de quienes manifiestan un interés en obtener una candidatura. Los militantes son invitados a sumarse en apoyo de esos aspirantes y se integran voluntariamente a dichos proyectos. Lo deseable es que, una vez definidos los abanderados del partido, todos -aspirantes derrotados, sus seguidores, todos- se sumen al esfuerzo común por impulsarlos frente a los representantes de las otras fuerzas políticas.





Sin embargo, con cierta frecuencia los proyectos personales pretenden sobrevivir más de una contienda. Generan lazos de pertenencia más duraderos, muchas veces por vías ilícitas como el clientelismo, y exigen lealtad a los militantes vulnerando su independencia al interior del partido. Es cuando el líder exige apoyo a las bases porque ya las considera "suyas" y cuando la militancia se identifica más con ese proyecto personal que con el partido mismo. Es como cuando nos casamos en kermesse y nos pedimos fidelidad eterna. Y esto es dañino para la institución, para la democracia interna y para la libertad del afiliado.

Cuando los proyectos personales mal entendidos se consolidan en el tiempo vulneran la naturaleza de Acción Nacional. Lo dice el artículo primero de nuestros Estatutos Generales: " ...Acción Nacional es una asociación de ciudadanos mexicanos en pleno ejercicio de sus derechos cívicos, ...con el fin de intervenir orgánicamente en todos los aspectos de la vida pública." Somos pues, fundamentalmente, una asociación de individuos, de ciudadanos, no de grupos, tribus o colectivos. La asociación, la afiliación, la permanencia, la actuación en el partido es individual, personal. La libertad es, debe ser, signo distintivo de cada panista.

Nos acercamos a los momentos de definición de nuestros candidatos a los Ayuntamientos y al Congreso del Estado. Sigo sosteniendo que antes necesitamos definir y construir juntos un proyecto político. De ese proyecto emanará la decisión de ir o no en alianza con otros partidos. También nos ayudará a clarificar el perfil del mejor abanderado para convencer al mayor número de electores y luego para convertir ese plan en realidades públicas desde el gobierno.

Además, debemos escuchar y conocer a todos los aspirantes, sobre todo a los recién afiliados a nuestro instituto y a quienes no han tenido interés en hacerlo, y con especial cuidado, sus opiniones sobre los temas de mayor relevancia para los panistas.
Pero después, habremos de fijarnos si estamos eligiendo sólo a un ciudadano o además, estamos decantándonos por un proyecto personal permanente y diferente del proyecto institucional que consiste en construir la Patria ordenada y generosa desde la visión humanista y por la vía democrática.

Al margen y al calce


Luego del brutal atropello al Poder Legislativo del pasado día 3 de septiembre, en el cual una iniciativa presentada en Asuntos Generales de la Comisión Permanente fue dictaminada y aprobada en Sesión Extraordinaria cuatro horas después, y luego de que ha sido señalado el Gobierno del Estado como el responsable, sigue sin haber un deslinde claro y contundente del encargado de la política interna en Puebla, Fernando Manzanilla Prieto.

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